Aquí os traigo un pastor, en la refrescante labor de beber de un botijo. Este pastor está ideado para acompañar, a otra nueva creación: el pastor del huerto.
Que os detallaré en otra nueva entrada del blog. Este pastor en cuestión, es un nuevo encargo, de uno de mis clientes, el cuál, quería un pastor que estuviera haciendo las faenas propias de un huerto, así que realice un pastor cavando con una azada, y preparando el huerto para abrir el portillo y regar el huerto. Pero como uno es un creativo inquieto, me vino a la cabeza la posibilidad de hacerle un compañero apaciguando la sed con algo tan típico de nuestro país como un botijo.
Aquí os muestro el nuevo modelo:
Esta figura, está realizada, completamente en barro, prescindiendo esta vez del enlienzado. El botijo, no tiene molde, y se ha realizado a mano. De molde son: el cuerpo y ambos brazos.
Para el pelo, se utiliza barro liquido, llamado tecnicamente: barbotina. Aunque, en mi querido oficio de belenista le llamamos: limoja. Curioso nombre.
Aunque parece una pieza sencilla, su montaje requiere de experiencia en el oficio de vaciador, ya que como podéis imaginar, hay que montar los brazos, junto con el botijo, con el barro en húmedo. Sino, no se podrían pegar y luego quedarían las manos artificiosa-mente unidas al botijo, o incluso con una anti-estética separación. Pero con la experiencia que dan los años, no supone mayor problema.
Para la pintura, he usado un estampado a rayas, que a mí tanto me gusta hacer. Sobre una base marrón, he pintado unas rayas más claras, consiguiendo este efecto tan atractivo.
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