Llega la Navidad y una de las mayores ilusiones de grandes y pequeños es montar un Belen.
Todavia puedo recordar como en mi casa, pegabamos en la pared el fondo estrellado de papel y echabamos harina por encima del Belen simulando nieve.
Me gustaba ver el trasiego de pastores hacia el pesebre, cargados con ofrendas al Niño Jesús, a lo lejos, colocabamos los Reyes Magos, y conforme pasaban los días los ibamos acercando al pesebre para llegado el día de Nochebuena, poner al Niño Jesús en su pesebre, y quitar los Reyes a camello para ponerlos adorando.
viernes, 4 de junio de 2010
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